Primavera.
6860 comics
15.392,50 €
Odio la primavera.
Me siento como si un camión de mercancias estuviera aparcando sobre mi cabeza, como si un billón de chihuahuas se mearan a la vez en la pernera de mi pantalón, como si todas las personas de este mundo de mierda se reunieran despues del trabajo para conspirar contra mi.
Odio la primavera.
Y la odio porque me hace sentir como un esquizofrénico sin medicación, como un paranoico, como un depresivo enganchado a dramones venezolanos baratos. Me vuelvo irritable y odioso. Me convierto en un conjunto difuso de células que discurren sin mucho sentido por las brumosas vias de mi ciudad. La odio porque comienza a hacer calor, y la verdad es que eso también lo detesto. La odio porque consigue que lo odie todo, sin límite. Sin exclusiones.
Sí. Odio la primavera.
Porque la gente que me aguanta me mira con cara de confusión mientras despotrico y escupo y me convierto en una maquina de despreciar repugnante y odiosa. Porque me retardo. Porque me adormezco. Porque parezco un zombie. Porque me altero. Porque comienzo a sudar y me siento pegajoso. Porque me pica la nariz. Porque comienzan a aparecer esas moscas que revolotean sobre tu cabeza zumbando y rebotando contra tus sienes.
Odio la primavera.
Porque cuando la astenia pimaveral se apodera de mi cuerpo, ni siquiera me apetece hablar de comics, ni pensar en ellos, ni nada. Porque me gasto demasiado dinero en esta afición esquizoide. O demasiado poco. Porque debería consumir menos. O más. Porque no soy Alan Moore, ni Neil Gaiman. Porque me gustaría dibujar como Arthur Adams, o como Adam Hughes, y no lo conseguiré jamas. Por mucho que lo intente. Porque me siento indeciso, insoportable, intratable y ciento diez palabras más, todas comenzadas por in.
Y eso si que lo detesto.
Odio la primavera.
Porque es una puta mierda.
Se nota, ¿no?.
15.392,50 €
Odio la primavera.
Me siento como si un camión de mercancias estuviera aparcando sobre mi cabeza, como si un billón de chihuahuas se mearan a la vez en la pernera de mi pantalón, como si todas las personas de este mundo de mierda se reunieran despues del trabajo para conspirar contra mi.
Odio la primavera.
Y la odio porque me hace sentir como un esquizofrénico sin medicación, como un paranoico, como un depresivo enganchado a dramones venezolanos baratos. Me vuelvo irritable y odioso. Me convierto en un conjunto difuso de células que discurren sin mucho sentido por las brumosas vias de mi ciudad. La odio porque comienza a hacer calor, y la verdad es que eso también lo detesto. La odio porque consigue que lo odie todo, sin límite. Sin exclusiones.
Sí. Odio la primavera.
Porque la gente que me aguanta me mira con cara de confusión mientras despotrico y escupo y me convierto en una maquina de despreciar repugnante y odiosa. Porque me retardo. Porque me adormezco. Porque parezco un zombie. Porque me altero. Porque comienzo a sudar y me siento pegajoso. Porque me pica la nariz. Porque comienzan a aparecer esas moscas que revolotean sobre tu cabeza zumbando y rebotando contra tus sienes.
Odio la primavera.
Porque cuando la astenia pimaveral se apodera de mi cuerpo, ni siquiera me apetece hablar de comics, ni pensar en ellos, ni nada. Porque me gasto demasiado dinero en esta afición esquizoide. O demasiado poco. Porque debería consumir menos. O más. Porque no soy Alan Moore, ni Neil Gaiman. Porque me gustaría dibujar como Arthur Adams, o como Adam Hughes, y no lo conseguiré jamas. Por mucho que lo intente. Porque me siento indeciso, insoportable, intratable y ciento diez palabras más, todas comenzadas por in.
Y eso si que lo detesto.
Odio la primavera.
Porque es una puta mierda.
Se nota, ¿no?.